Desde su llegada nos hizo sentir como grandes cuates, y el escuadrón de locutores de ARROBARADIO, especialmente desplegado para el evento, correspondimos de inmediato. Cero formalidades, simplemente cada uno fue como suele ser, y el resultado para la audiencia fue magistral. Platicamos de todo y el público también participó activamente con sus preguntas y comentarios, ellos también hicieron la entrevista con nosotros y fue algo fabuloso. La pregunta mas socorrida fue la del por que el cambio de nombre, a lo que sin tapujos se respondió señalando cuestiones moralinas (esa conocida doble moral del país vecino del norte) y ellos, tan ingeniosos, se salieron con la suya abreviándolo simplemente. Después de todo, para ellos no hay diferencia, Dildo o DLD siempre han sido los mismos y están decididos a defender su esencia hasta el final.
Por supuesto no faltaron los momentos picaros, esos que son tan típicos del programa “El gallinero”, con los compas Rubens y Gallo, quienes en el hilo de la conversación tomaban con singular alegría el ritmo del relajo. Se habló de anécdotas (como la de cierto roce con el grupo Lucibell durante una prueba de sonido), se evocó con orgullo la historia de esta banda, que como tantas otras comenzaron como un grupo de amigos tocando por diversión y con la inercia y su talento alcanzaron alturas insospechadas. Una vida de ensueño, que en el camino ha contado por igual con las amarguras propias de quien lucha apasionadamente por su ideal. El ligue no faltó y por supuesto las numerosas legiones de fans del grupo se hicieron presentes a través de las vías de comunicación para hacerle sentir su cariño a nuestro especial invitado. El, dicho sea de paso y como buen rocker, se deja querer por todas, tiene corazón de condominio.
Hay que decir que el lugar donde tuvo lugar nuestro singular encuentro (El cantón del burro) se prodigó en atenciones hacia nosotros. Un gran ambiente, aderezado por los muchachos de la mesa de al lado, quienes entraban al coto con nosotros y por supuesto no perdieron ocasión de pedir el autógrafo y sacarse la foto con el buen “pijamo”, a quien igual que a sus compañeros la fama no lo marea, y ciertamente así es. Fue una tarde inolvidable, de las que no quieres que acaben y queda como un gran momento para todos los que tomamos parte en ella. Queda la promesa de repetir, ahora si con la banda completa, y si esto fue con uno solo imagínense que no vendrá estando todos juntos. Así que estén al pendientes, pues en cualquier momento ARROBARADIO vendrá al ataqué de nuevo con estos destacados exponentes del rock mexicano. Y prepárense, por que están cocinándose otras grandes sorpresas en la ciberfrecuencia de la “actitud online”.